sábado, 12 de septiembre de 2015

una kinesiologa complaciente

En el principio era la relación con los puntos de Gaby kinesiologa. Yo sus recados, ir a recoger algunas partes de la casa o uno de sus clientes. Después de recoger los puntos suficientes, ella me dio mi pago en especie. Una relación profesional, o encendido. A veces me pregunté pocos avances desde que fue necesario y él no dijo que no. Así que le tomó un tiempo hasta que todo empezó a complicarse. Cuando el corazón y todo cambia involucrados, no es lo mismo.


Gab, una kinesiologa,  vivía frente a mi apartamento y se dedicó a multar a los clientes de la prostitución con caro, porque es una mujer muy hermosa. Un par de ojos verdes, cabello castaño largo y el cuerpo también. Cuando estamos en el vestíbulo preguntó con cierto pesar, la cantidad de ganado. Dijo que una cifra en dólares. Ok, cuando llamo a un millonario, le dije. Ella sonrió y me dijo que si podía llevarla a una fiesta en mi coche, que está en quiebra. Está bien, dijo, pero al menos he ganado algunos puntos a resolver más tarde. Claro, él dijo, y volvió a sonreír.

Nos hicimos amigos y yo sabía que estaba en Costa Rica que tenían padres que se divorcian, es rebelde y se aparta con su culo novio era desconocido; Este amigo se ha ido con el dinero de edad y luego ella sin dinero o algo, dio su sueño de belleza con el dinero de los hombres apalancamiento. No estaba mal, y también trabajó por su cuenta, aunque a veces eran otras putas que se convirtieron molesto y clientes. Regularmente tipos fueron llamados a llevarla a sitios de viajar, viajar al extranjero, etc. Su apartamento tenía todo el lujo posible y que participaron clientes.

Después de unos favores que hice, ya era hora de resolver mis puntos. Tomó sabrosa primera vez que fui a su apartamento, que era, y lo hice trabajo realmente profesional. El baile y striptease, oral, vaginal. Sus pechos cubiertos con unas yardas de color rosa y pezoncitos agarre suave sus muslos y fuerte perfume mujer refinada, su piel tan suave, pero memorable. Por supuesto, al final, le pregunté educadamente que me dejara, y yo necesito descansar, el otro día tuve que ir temprano para el aeropuerto. Viví con las llaves del apartamento por algo, me dio instrucciones para encender y apagar las luces y dejar que la criada.

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